miércoles, 16 de julio de 2014

Un lugar mágico y encantador


                       República de los Niños

La República de los Niños es un parque temático y educativo ubicado en el barrio Manuel Gonnet, en La Plata, Argentina. Este complejo, considerado el primer parque temático de América y el más importante de Sudamérica, reproduce un conglomerado urbano y rural en una escala acorde a niños de 10 años de edad, con todas las instituciones correspondientes al sistema democrático republicano: parlamento, casa de gobierno, palacio de justicia, iglesia, puerto, teatro, aeropuerto, restaurantes, hoteles, etc.
La República nació con un objetivo primario concreto: formar a los futuros ciudadanos, construyendo una democracia a escala, para que los niños pudieran aprender y formarse, en el funcionamiento de las instituciones democráticas y republicanas, participando activamente en la misma.
Este conocido parque temático educativo de 53 hectáreas posee todos sus edificios construidos a escala: castillos, palacios orientales, edificios públicos, granja, embarcadero, el tren que recorre el predio y sus estaciones.
La mágica y encantadora República de los Niños se levantó hace medio siglo en un predio de 53 hectáreas ubicado en la localidad de Manuel B. Gonnet, sobre el camino General Belgrano, partido de La Plata, en tierras que pertenecían al antiguo campo de golf del "Swift Golf Club" destinadas a los frigoríficos ingleses asentados en la región.

La construcción comenzó en 1949 y fue finalmente inaugurada el 26 de noviembre de 1951 por el entonces presidente de la Nación Juan Domingo Perón.






























El paisaje de la República de los Niños presenta zonas onduladas, espacios verdes parquizados, una añosa arboleda con variedad de especies y una depresión central que por drenaje natural de las aguas conforman un lago con islas.
El predio se halla sectorizado en tres áreas: urbana, rural y deportiva. El área urbana posee senderos, calles y singulares edificios que constituyen un eje central denominado Centro Cívico donde se concentran las construcciones que albergan las instituciones del Gobierno de la República. Siendo los niños los destinatarios de este maravilloso emprendimiento, el objetivo fundacional fue construir los edificios a su escala para que puedan vivenciar el funcionamiento de las instituciones republicanas, formándose en los principios democráticos. Castillos, palacios orientales, restaurantes, edificios públicos y hasta la misma Capilla en donde se suele oficiar misa, respetan esa ley, lo mismo que sus muebles. El edificio del Banco Municipal Infantil situado frente a la plaza principal, Plaza San Martín, es una réplica del Palacio Ducal de Venecia; cerca de allí se levanta otra construcción, el Palacio de Cultura, inspirado en el Taj Mahal de Agra, de la India, en donde tiene su sede el Museo Internacional del Muñeco.





En la Capilla, bajo la advocación de la Virgen de Lourdes, con grandes planos de techos normandos, galerías laterales y torres con campanarios; la Casa de Gobierno con ventanas de estilo gótico coronado por un techo de imaginativas formas elevadas a manera de torres y miradores, cierran la Plaza San Martín.



En torno a la Plaza de las Américas, ubicada en el extremo opuesto y comunicada por una calle peatonal, flanqueada por comercios, se encuentra la Legislatura inspirada en el Parlamento inglés, que alberga los recintos de las Cámaras de Diputados y Senadores del Gobierno Infantil de la República, conformado por alumnos de las escuelas locales.


Un gran espacio de juegos enfrenta al edificio del Palacio de Justicia con su sala de audiencia, despachos y en el subsuelo una pequeña cárcel.


Además cuenta con un estudio radiofónico "Radio República", la primera radio infantil del país, con salida a la galería que separa la plaza con el espacio circundante.Fuera de este sector se ubican construcciones como el Estadio, la Casa del Niño, los edificios de la Marina, Ejército y Aeronáutica.








Para descubrirlo en familia y hacer de "guías turísticos", les dejamos el link del lugar http://www.republica.laplata.gov.ar/

lunes, 7 de julio de 2014

Para practicar jugando

Les dejamos un link en el que podrán practicar con regletas a través de diversos juegos.
¡A usar la mente y a poner en práctica todo lo que aprendimos!

http://www.regletasdigitales.com/

Un congreso que hizo historia...

Un congreso que hizo historia

El 9 de julio de cada año se celebra en la Argentina el Día de la Independencia. Es una fecha importante, ya que evoca la jornada en que un grupo de representantes de las Provincias Unidas confirmó por escrito su intención de poner fin a siglos de dominio colonial español.
La declaración de la independencia fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán reunió por primera vez a 28 diputados que sesionaron y debatieron día a día durante muchos meses para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros lineamientos de lo que luego sería la Argentina.

Independientes por triplicado

Si pudieras meterte en el túnel del tiempo y viajar a las provincias del norte en 1816, comprobarías que muchas personas hablaban las lenguas de los pueblos que habitaban la zona antes de la llegada de los conquistadores: el quechua y el aymara.
Por eso, cuando se firmó el acta de la independencia se mandaron a imprimir 3000 ejemplares, de los cuales 1500 se hicieron en castellano, 1000 en quechua y 500 en aymara.







Tucumán en 1816

Desde los comienzos de la Colonia, San Miguel de Tucumán había sido una ciudad importante. Era el paso obligado en la ruta que comunicaba el Potosí con el puerto de Buenos Aires.
Como en la región abundaba la madera, la ciudad se hizo famosa por la fabricación de carretas de excelente calidad. También se producían ponchos, frazadas y fajas. Las tejedoras indígenas los realizaban con antiguas técnicas y los teñían con tinturas vegetales de la zona.
Después de la revolución de mayo de 1810 y con el comienzo de las guerras de la independencia, la tranquila vida tucumana se alteró completamente. En 1812 se libró una batalla en las afueras de la ciudad, muy cerquita: la batalla de Tucumán. Durante los años siguientes se respiraba en el aire el olor a pólvora y todos temían un nuevo ataque del enemigo. Por ese motivo, a las diez de la noche había que suspender las actividades: no se podía circular por las calles, ni tampoco dejar ninguna lámpara encendida. A las diez en punto, Tucumán quedaba a oscuras.


¿Por qué el Congreso se reunió en Tucumán?

Varias son las razones. Pero la más importante quizás fue el hecho de que los españoles estaban ganando batallas y recuperando territorio en las provincias del norte. Las tropas realistas avanzaban desde el Alto Perú, y solamente estaba el general Martín Miguel de Güemes defendiendo el paso en Salta. Si los españoles lograban llegar a Tucumán, era muy probable que pudieran avanzar hacia Buenos Aires. Hacer el Congreso allí era, en cierto modo, una demostración de fuerza, una manera de defender la revolución. Otra razón importante fue que los diputados del interior eran mayoría y querían ponerle un límite al poder de Buenos Aires.

La ciudad de la independencia

En ese tiempo San Miguel de Tucumán era una pequeña ciudad. La decisión de realizar allí el Congreso trajo algunos inconvenientes: iban a llegar muchas personas de golpe y la ciudad no estaba preparada para dar alojamiento a tanta gente. Tampoco había un lugar lo suficientemente grande como para realizar las reuniones del Congreso.
Pero las cosas finalmente se resolvieron. Algunos congresales fueron alojados en casas de familias tucumanas, cerca de la Plaza Mayor y el Cabildo. Otros pudieron ubicarse en los conventos o en las casas de algunos sacerdotes. Una señora tucumana, Francisca Bazán de Laguna, prestó su casa-la más grande de la ciudad- para que se realizaran las sesiones del Congreso, y hasta permitió que se derribaran paredes interiores para conseguir una sala más amplia.




Se hace camino al andar

En aquellos tiempos, los viajes de una ciudad del antiguo virreinato a otra eran largos e incómodos. Los caminos, de tierra y mal mantenidos. Durante la época de lluvias casi no se podía transitar, así que viajar en esas condiciones era bastante peligroso. De tanto en tanto los viajeros hacían paradas en el camino, en lugares especiales llamados "postas". Eran sus únicas oportunidades para lavarse, tomar o comer algo y descansar. Mientras tanto, se cambiaban los caballos cansados por otros, se cargaba agua fresca y se arreglaba algún desperfecto del vehículo.

Casa chica, sueños grandes

La casa donde se declaró la independencia era en 1816 la más grande de San Miguel de Tucumán. Su dueña, Francisca Bazán de Laguna, la donó para que el Congreso pudiera sesionar, y hasta permitió que se tiraran abajo algunas paredes para hacer lugar a los 28 diputados.
En 1874, la casa fue adquirida por el Estado, y en 1941 se la declaró Monumento Histórico Nacional. Tras sucesivas refacciones, se reconstruyó su aspecto original. Hoy funciona en ella, el Museo Casa Histórica de la Independencia, que puede visitarse en la calle Congreso 141 de San Miguel de Tucumán, Tucumán.

Para conocer más de esta casa, les dejamos el link para hacer el tour virtual por dentro de ella