Un congreso que hizo historia
El 9 de julio de cada año se celebra
en la Argentina el Día de la Independencia. Es una fecha importante, ya que
evoca la jornada en que un grupo de representantes de las Provincias Unidas
confirmó por escrito su intención de poner fin a siglos de dominio colonial
español.
La declaración de la independencia
fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán reunió por
primera vez a 28 diputados que sesionaron y debatieron día a día durante muchos
meses para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros
lineamientos de lo que luego sería la Argentina.
Por eso, cuando se firmó el acta de
la independencia se mandaron a imprimir 3000 ejemplares, de los cuales 1500 se
hicieron en castellano, 1000 en quechua y 500 en aymara.
Tucumán
en 1816
Desde los comienzos de la Colonia,
San Miguel de Tucumán había sido una ciudad importante. Era el paso obligado en
la ruta que comunicaba el Potosí con el puerto de Buenos Aires.
Como en la región abundaba la madera,
la ciudad se hizo famosa por la fabricación de carretas de excelente calidad.
También se producían ponchos, frazadas y fajas. Las tejedoras indígenas los
realizaban con antiguas técnicas y los teñían con tinturas vegetales de la zona.
Después de la revolución de mayo de
1810 y con el comienzo de las guerras de la independencia, la tranquila vida
tucumana se alteró completamente. En 1812 se libró una batalla en las afueras
de la ciudad, muy cerquita: la batalla de Tucumán. Durante los años siguientes
se respiraba en el aire el olor a pólvora y todos temían un nuevo ataque del
enemigo. Por ese motivo, a las diez de la noche había que suspender las
actividades: no se podía circular por las calles, ni tampoco dejar ninguna
lámpara encendida. A las diez en punto, Tucumán quedaba a oscuras.
¿Por
qué el Congreso se reunió en Tucumán?
Varias son las razones. Pero la más
importante quizás fue el hecho de que los españoles estaban ganando batallas y
recuperando territorio en las provincias del norte. Las tropas realistas
avanzaban desde el Alto Perú, y solamente estaba el general Martín Miguel de
Güemes defendiendo el paso en Salta. Si los españoles lograban llegar a
Tucumán, era muy probable que pudieran avanzar hacia Buenos Aires. Hacer el
Congreso allí era, en cierto modo, una demostración de fuerza, una manera de
defender la revolución. Otra razón importante fue que los diputados del
interior eran mayoría y querían ponerle un límite al poder de Buenos Aires.
La
ciudad de la independencia
En ese tiempo San Miguel de Tucumán
era una pequeña ciudad. La decisión de realizar allí el Congreso trajo algunos
inconvenientes: iban a llegar muchas personas de golpe y la ciudad no estaba
preparada para dar alojamiento a tanta gente. Tampoco había un lugar lo
suficientemente grande como para realizar las reuniones del Congreso.
Pero las cosas finalmente se
resolvieron. Algunos congresales fueron alojados en casas de familias
tucumanas, cerca de la Plaza Mayor y el Cabildo. Otros pudieron ubicarse en los
conventos o en las casas de algunos sacerdotes. Una señora tucumana, Francisca
Bazán de Laguna, prestó su casa-la más grande de la ciudad- para que se
realizaran las sesiones del Congreso, y hasta permitió que se derribaran
paredes interiores para conseguir una sala más amplia.
Se
hace camino al andar
En aquellos tiempos, los viajes de
una ciudad del antiguo virreinato a otra eran largos e incómodos. Los caminos,
de tierra y mal mantenidos. Durante la época de lluvias casi no se podía
transitar, así que viajar en esas condiciones era bastante peligroso. De tanto
en tanto los viajeros hacían paradas en el camino, en lugares especiales
llamados "postas". Eran sus únicas oportunidades para lavarse, tomar
o comer algo y descansar. Mientras tanto, se cambiaban los caballos cansados
por otros, se cargaba agua fresca y se arreglaba algún desperfecto del
vehículo.
La casa donde se declaró la
independencia era en 1816 la más grande de San Miguel de Tucumán. Su dueña,
Francisca Bazán de Laguna, la donó para que el Congreso pudiera sesionar, y
hasta permitió que se tiraran abajo algunas paredes para hacer lugar a los 28
diputados.
En 1874, la casa fue adquirida por el
Estado, y en 1941 se la declaró Monumento Histórico Nacional. Tras sucesivas
refacciones, se reconstruyó su aspecto original. Hoy funciona en ella, el Museo
Casa Histórica de la Independencia, que puede visitarse en la calle Congreso
141 de San Miguel de Tucumán, Tucumán.
Para conocer más de esta casa, les dejamos el link para hacer el tour virtual por dentro de ella
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